lunes, 13 de septiembre de 2010

Restaurante Irmandiños (Concello de Moeche, A Coruña)

Fue uno de los primeros lugares a donde fuimos, en plena ignorancia, ya que nunca habíamos ido. Fuimos un sábado, previo aviso (hay que hacer reserva con antelación). El restaurante no es muy grande pero sí muy acogedor, con una estufa de leña que mantiene el comedor a una temperatura más que agradable.

El menú fue único, de primero una empanada de Moeche, sin gramar (la masa era muy parecida al pan),bastante rica para dos de los enchentes y no tanto para el otro. De segundo, una carne asada, bien preparada, con unas patatas muy sabrosas. La atención fue excelente, en todo momento. De postre, flan casero. El que suscribe se tomó tres, mientras que el señor Cojonauta se tomó cuatro y el Máster de los Premios se tomó seis... sí, seis flanes de postre... El día que lo casemos necesitaremos seis tartas de boda para que puedan probar algo los invitados... Si avisáis con tiempo, os preparan un megaflan de un kilo de peso... Si no reventáis de esta, es porque no queréis.

El precio... casi regalado, fue por menos de 20 euros por persona... que casi lo cobrarían en otro lado por los flanes. Todo ello, por supuesto, acompañado de pan, vino de la casa (bastante bueno,sin deslumbrar), agua y demases.

Después de la comida, podéis aprovechar y visitar el recién restaurado Catillo de Moeche, o tumbaros a hacer la digestión al lado del río...


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Muy recomendable, casi imprescindible.

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