lunes, 27 de septiembre de 2010

Restaurante Casa Juan (Concello de Monfero, A Coruña)

Sábado 25 de Septiembre de 2010

Son las 11 de la mañana, y no da señales de vida ni el viento. Se había rumoreado que hoy se iría a comprobar si era cierto eso de que León huele a cecina. Tras enriquecer un poco más a una de las pobres compañías de telefonía móvil que nos rodean, quedamos a desayunar en O'Porto la sacro-santa tapa de tripas con mojo picón. Una vez realizada la oportuna bendición de las tripas con el mojo y de dar buena cuenta de ellas por parte del Sr. Cojonauta y el que suscribe, nos dirigimos a otro bar, esperando a que el Máster de los Premios, también conocido como "el Primo de la Mani", deje de abrazarse con Morfeo y haga acto de presencia. Y el primo de la Mani apareció, tarde, mal y casi a rastro...

Tras las preguntas de siempre ("y a donde vamos hoy? en donde nos dejamos caer?"), con la respuesta de siempre ("no sé, a mí me da igual") y una intensa deliberación de más de media hora, una vez descartada la opción leonesa por la hora, nos dirigimos hacia Monfero, y llegamos hasta Restaurante Casa Juan, a unos 2 kilómetros y medio del Monasterio de Monfero.

Es un lugar muy acogedor, con las paredes repletas de objetos antiguos (no os perdáis la colección de relojes de pared que tienen en el comedor). El comedor no es muy grande, al menos en el que estuvimos, con capacidad para unas 30 personas. En la carta, en la primera hoja, un saludo por parte de los dueños. De entre los variados primeros platos, el Primo de la Mani escogió unos callos, de buen olor y aspecto. Lamentamos no poder transcribir la crítica de los callos por parte del Primo de la Mani, no fui a clase de traducción gruñido-castellano.

De primero, el Sr. Cojonauta y el que suscribe se inclinaron sobre un típico caldo galego de nabizas. El caldo estaba bastante bien. Lo que se espera de un caldo casero.



De segundo, el Primo de la Mani se decanta por una zorza, presentada con patatas fritas y pimiento. De nuevo lamentamos no poder ofrecer la crítica del Primo de la Mani.


Por parte del Sr. Cojonauta y yo, corzo, un plato de caza que no es muy abundante encontrar en los lugares que hemos visitado. Asado en su punto, estaba acompañado de unas patatas fritas y una salsa de setas del país. El corzo estaba blando, bien pasado y sabroso, sin grasa, y de cantidad, más que suficiente. La salsa maridaba perfectamente con la caza. De hecho, casi tuvimos que romperle los dedos al Primo de la Mani para que no nos dejase sin salsa. Porque la criatura sabe hacer barquitos como nadie, pero este sábado parece que se sacó el doctorado en Ingeniería naval.


De postres, requesón para el Primo de la Mani, que fue lo único que dejó limpio la criatura.

El Sr. Cojonauta pide una tarta de piña casera, que tuvo oportunidad de probar el que suscribe, sabrosa y suave a la vez.

Yo me pedí un flan de café, bueno, aunque acompañado de nata estaría mejor.


Todo ello regado con un vino tinto de la casa, correcto, de buen sabor, ideal para acompañar con una gaseosa. Y de sobremesa, un chupito de licor café.


Tenéis la opción de tomar café de pota... y si sois cafeteros no lo debéis perder.

En cuanto a la dolorosa, unos 71 euros (menos de 25 euros por persona). Teniendo en cuenta que dos de los platos fueron de corzo, el precio está más que bien.

Y de trato, excelente, impecable, díría yo. Un lugar muy recomendable al que habrá que regresar cuando se puedan visitar a los primos asilvestrados de cochinín. En época de caza, es casi obligatorio ir.

2 comentarios:

  1. http://restaurantecasajuanmonfero.wordpress.com/

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  2. La barra no tiene ningun interes. Sitio frio como el trato recibido. No dan pincho. A evitar.

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